
Al final del pasillo y en mi revolver
hay un segundo de hombre
que no puedo soportar,
salgo cojeando de mi hembra
que viene de perderse de su hembra,
me santiguo maldigo mi pantalón
y al hombre que se santigua conmigo,
mi pantalón no es otra cosa que mi mujer,
ella se parece tanto a mi madre,
ella es mi madre,
tiene una esquina llorada
yo la lloro aquillá,
debo matarla pero no,
a mi madre no le duele la muerte
le duelen los años,
nunca quiso vivir a los cuarenticinco
nunca quiso morir a los cuarenticinco
pero ella se le parece tanto y yo
ya no soy el niño de su vientre
ni siquiera el hombre
que tiene ahora entre sus piernas
pero ella se le parece tanto…
soy al final del pasillo
insufrible masa arrojada y esquizoide…
carroña de alguna creación impura.
hay un segundo de hombre
que no puedo soportar,
salgo cojeando de mi hembra
que viene de perderse de su hembra,
me santiguo maldigo mi pantalón
y al hombre que se santigua conmigo,
mi pantalón no es otra cosa que mi mujer,
ella se parece tanto a mi madre,
ella es mi madre,
tiene una esquina llorada
yo la lloro aquillá,
debo matarla pero no,
a mi madre no le duele la muerte
le duelen los años,
nunca quiso vivir a los cuarenticinco
nunca quiso morir a los cuarenticinco
pero ella se le parece tanto y yo
ya no soy el niño de su vientre
ni siquiera el hombre
que tiene ahora entre sus piernas
pero ella se le parece tanto…
soy al final del pasillo
insufrible masa arrojada y esquizoide…
carroña de alguna creación impura.
Ilstración Digital: Gabriel Avilés
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